La playa de Santa Clara, una de las más antiguas y bellas de Panamá, está a punto de ser destruida para siempre. El Sr. Miro Yohoros, después de adquirir un terreno constituido fraudulentamente sobre ribera de mar, ha iniciado la construcción de una residencia que quedará montada sobre el agua e interrumpirá el paso libre por la arena en la playa de Santa Clara. Con el movimiento de tierra que ha iniciado, ya este bello paisaje ha adquirido un aspecto triste, salpicado de peñas, barriles y otro material de relleno. Si se permite que esta construcción siga adelante, será imposible ir caminando de Santa Clara a Sea Cliff. Este hermoso camino a la orilla del mar quedará para siempre obstruido por la casa de este señor. No podemos permitir que un particular se adueñe tranquilamente de la playa, que nos pertenece a todos, y que es fuente de salud y expansión para todos los panameños.
ATENCIÓN A TODOS LOS AMANTES DEL MAR
OTROS CULPABLES
El Sr. Yohoros no hubiera podido tener acceso a su terreno para iniciar el triste movimiento de tierra que hoy vemos, si no es porque su pariente, Morris Harari - quien había tomado posesión de la servidumbre pública para su uso privado - le hizo el favor de derribar el muro con el que había cerrado el paso para darle paso a los tractores y camiones. Si hubiera justicia en este país, se investigaría también cómo el Sr. Harari se adueñó de la servidumbre y se le haría abrirla al público para que el resto de los panameños también puedan tener acceso a un baño de playa.
LA SITUACIÓN HOY
Si la Corte Suprema de Justicia falla a favor de Fonseca/Yu, serán cuatro fincas más las que podrán construir casas sobre pilotes directamente encima del mar. Es decir, se acabaría por completo la posibilidad, no solo de caminar por la arena, sino de bañarse en la playa en Santa Clara. Las Sirenas tendrían que cerrar sus puertas pues no tendrían nada que ofrecerles a los turistas. La extensión de los terrenos en disputa va desde la playa pública hasta donde termina el movimiento de tierra actual; en pocas palabras, es TODA la playa de Santa Clara. Visualicen por un minuto la orilla del mar cubierto de casas. Adiós cangrejos, conchas y caracoles; adiós tijeretas y gaviotas; adiós bañistas y pescadores. Adiós Santa Clara.
ANTECEDENTES "LEGALES"
La urbanización de Santa Clara perteneció originalmente a una americana Betty Webster, quien recibió los terrenos como pago por la compra de las acciones del periódico El Panamá América, perteneciente a su marido. Todos los que residen frente al mar en Santa Clara, le compraron sus propiedades a esta señora cerca de 1965 y todos los títulos de propiedad dicen “colinda con el Océano Pacífico”. Sin embargo, alrededor del año 1997 (es decir, casi 30 años después) los Sres. Yu/Fonseca, compraron lo que quedaba de Santa Clara Beach Corporation, la sociedad originalmente dueña de todos los terrenos. Con el argumento de que ellos eran las dueños de la urbanización, procedieron a inscribir unas fincas compuestas principalmente por arena de mar y bañadas por la marea más alta. El propósito no parecía ser otra cosa que chantajear a los dueños para que les compraran las fincas que ahora quedaban ubicadas frente a sus propiedades. Sin embargo, con el alza de los precios de los terrenos en la playa, estos terrenos se volvieron más interesantes ($$$) y, antes de que los vecinos se percataran y pusieran una demanda legal, uno de ellos fue vendido al Sr. Miro Yohoros. Así empieza la saga legal que lleva ya 9 años y que está ahora, en su última instancia, en la Corte Suprema de Justicia.
Hazte Escuchar!!!
Por este medio quisiera expresar mi más enérgica protesta por el abuso que algunos particulares están cometiendo contra las playas nacionales en el área de Santa Clara con el propósito de apropiarse de ellas para su uso privado en detrimento de todos los demás panameños
Rúben Blades IPAT
Lic. Harley Mitchell Morán ANAM (Caso Santa Clara)
Ministerio de Economía y Finanzas
ANAM Coclé